El error, un medio para enseñar. (Jean Pierre Astolfi)
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De acuerdo al sistema tradicionalista de la enseñanza, en el mismo
momento en que se percibe un error, el primer reflejo del docente es señalar,
tachar y materializar mediante una nota negativa en la lista de control, en
lugar de analizar en si el error tendrá alguna utilidad en términos didácticos,
cayendo incluso en la exageración de imponer castigos con el único fin de
evitar confrontaciones con los programas educativos, ante lo cual, podemos
decir que los errores de los alumnos, hacen que los profesores duden de sí
mismos y que piensen en lo ineficaz de la enseñanza impartida, por lo tanto,
los docentes buscan evitar en lo posible cruzarse con el error en su camino,
pero cuando, a pesar de todo se lo encuentran, pueden reaccionar siguiendo dos
actitudes, en la primera, carga el error
en la responsabilidad única del alumno y en la de sus esfuerzos de adaptación a
la situación didáctica; la segunda se lo carga al que concibió la programación
y a su falta de capacidad para adaptarse al nivel real de los alumnos,
situación que de acuerdo a Laurence Viennot debe reconsiderarse, pues como
docentes debemos asumir ante el error una actitud distinta, basada en los
modelos constructivistas, donde los errores ya no se consideran faltas
condenables ni fallos de programas lamentables y éstos, adquieren un carácter
distinto, adquieren un interés para el profesor ya que los considera un
elemento importante para el proceso enseñanza aprendizaje, pues desde la tesis
de nuestro autor, el error adquiere un nuevo estatus: el de indicador y
analizador de los procesos intelectuales, es decir, se trata de profundizar en
la lógica del error y de sacarle partido para mejorar los aprendizajes, el
error no debe ser objeto de eliminación, incluso hay que provocar que aparezcan,
pues los errores son motivo de reflexión y la reflexión motivo de superación.
Detengámonos un momento a analizar por que en algunos colegios existe un indice tan alto de deserción, considero que el error tiene mucho que ver con esta problemática pues en muchos casos los estudiantes por ser tachados primero por ellos mismos de fracasados y posteriormente por nosotros los docentes en nuestras listas, prefieren regresar a sus casas con la cabeza agachada. La escuela necesariamente debe tomar en cuenta técnicas que ayuden al estudiante a comprender sus errores como una forma de aprender y no como un "No lo puedo hacer".
ResponderEliminarel error para muchos es sinónimo de fracaso, muchos docente han estigmatizado al alumno que fallar es malo, sin embargo en las nuevas corrientes pedagógicas el error es parte de el proceso de aprendizaje, en el cual el alumno deberá de ir construyendo su propio conocimiento a través del error.
ResponderEliminarHola Oto.
ResponderEliminarantes de iniciar el error ha sido el culpable de muchos éxitos y muchos descubrimientos se han dado por error. luego entonces el error no es un error sino un resultado diferente. Debemos sembrar en los alumnos a ver de forma positiva el paradigma de error. ¿Acaso la aparición del hombre sobre la tierra es un error?
La falta, el fallo de programa y el obstáculo
ResponderEliminarEl error tiene sentido desde un punto de vista constructiva donde se trata de buscarle sentido, de encontrar las operaciones mentales de las que ellas son la pista, lo que cambia esta perspectiva es la postura que se adopta y están tratando de resolver una dificultad que no había pasado por la imaginación de otros autores. Esto hizo decir a Michel Sanner: En pedagogía, si se quiere que la
noción de obstáculo epistemológico sea operativa, no basta con reconocer el derecho al error, sino que se debe emprender el camino del conocimiento real del error
El obstáculo consiste en actuar y reflexionar con los medios de los que se
dispone, mientras que el aprendizaje consiste en construir medios mejor adaptados a la situación